Piercing microdermal: El piercing microdermal es un tipo de piercing que implanta una joya dentro de la piel. En la superficie de esta sobresale la punta del piercing, mientras que hay una base que cicatriza dentro de nuestro cuerpo.
Composición de un microdermal
El microdermal está formado por un pie y un talón, con pequeños orificios que hacen posible que el tejido de nuestro cuerpo se forme y encapsule la pieza de manera firme.
Aunque parezca algo doloroso o peligroso, los microdermales cicatrizan muy bien si se han tomado todas las precauciones y realizado una buena técnica por parte del perforador.
Es verdad que el proceso supone un riesgo de infección mayor que el piercing normal, pero dentro de la diversidad de implantes que existen, es menos doloroso, invasivo y menos rechazable. La joyería elegida también es una cosa importantísima a tener en cuenta para que los resultados sean óptimos.
La implantación de los microdermales se realiza mediante una pequeña incisión en la piel, con una aguja biselada. A continuación se inserta la base de ancla dérmica bajo la piel y se enrosca la joya al perno. Esa es la parte que sobresale de la piel y que luce la joya.
Zonas del cuerpo donde se pueden realizar piercings microdermales
Las zonas más demandadas por los clientes que acuden a realizarse un microdermal son: la cara, la cadera o el pecho. Son partes del cuerpo que no están tan expuestas a los roces ni fricciones y por lo tanto garantizan un buen resultado de curación. Por eso no son recomendables zonas como los pies, la espalda o las manos.
Otro uso que se da al microdermal es el de proporcionar un toque 3D y de fantasía al tatuaje. Son utilizados para decorar el tatuaje en ciertos puntos como los ojos de un animal oretratos. En diseños con estrellas, flores o en tatuajes asiáticos también quedan muy originales y bonitos.


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