Dilatación de lóbulos de las orejas: Esta modificación corporal fue una de las primeras en practicarse. Existen evidencias de que hace más de 5000 años ya se realizaba en nuestros antepasados, concretamente se encontró un cuerpo momificado con dilataciones de 11 milímetros.
Estas prácticas, al igual que el tatuaje de entonces, se realizaba por cuestiones de creencias o rituales. Muchas tribus pensaban que los demonios podían entrar por las orejas en el cuerpo de una persona, y que cualquier metal colocado en ellas era el mejor arma para evitarlo.
Cómo se dilata el lóbulo de la oreja
La idea es utilizar una barra que, forzándola poco a poco y con ayuda de alguna sustancia lubricante, permita agrandar el agujero.
Lo recomendable es, una vez perforada el lóbulo, ir agrandándolo mes a mes con un dilatador de 0,5 mm.
Cuando se alcanzan los 3 mm de diámetro, y si se quiere seguir aumentando el orificio, recurrir a un dilatador que sea 1 mm mayor (4 mm) hasta llegar a los 6 mm. A partir de ahí, y si la zona te lo permite, podrás seguir repitiendo el procedimiento colocando dilatadores con dos milímetros más de diámetro.
Hay veces que la carne del lóbulo no permite más dilatación, por lo que igual debes recurrir al anillador para que, con un bisturí, permita agrandar de forma artificial tu oreja.
Si sigues paso a paso estos consejos y utilizas material de piercings de buena calidad y mucha higiene, no deberías tener ningún problema.
Deja que el orificio cicatrice, que veas que no segrega sustancias, para poder seguir aumentando el tamaño. De lo contrario, podrías hacer que la carne se desgarre.
Las dilataciones se pueden realizar en casa con un kit de perforaciones, con la ayuda de vaselina. Esta hará que sea más fácil introducir el dilatador, ya que hace las funciones de lubricante. También puedes utilizar un jabón antibacteriano. Pero ten en cuenta que será mucho más seguro que te lo haga un anillador profesional.
Materiales utilizados en las dilataciones
-Acero quirúrgico
Es el que presenta menos riesgos de infección junto al titanio. Es el que se utiliza para el primer agrandamiento, ya que su peso hace que favorezca el aumento del diámetro del lóbulo y además corres menos riesgos de infección o que las sustancias que segrega la herida se adhiera al plug. L
o que sí debo decirte es que, con este material, la herida huele mal, muy mal. Es normal. Incluso ya cicatrizado y totalmente curado, sigue oliendo mal. La higiene de la zona y lavar el plug es primordial para evitar que tu lóbulo huela al mismísimo infierno.
-Acrílico (plástico, silicona)
Este material es hipoalergénico y muy ligero. Además suelen ser muy baratos. No recomendados para la primera dilatación.
-Materiales orgánicos (hueso, madera, etc…)
Tienen la ventaja de evitar los depósitos blancuzcos que puede secretar el agujero del lóbulo (esos que huelen muy mal). Pero solo lo puedes utilizar cuando el orificio ya está cicatrizado, y no justo después de la expansión, ya que favorece infecciones. El que sea un material orgánico no te garantiza que sea mejor para que el organismo lo acepte.